Un paseo por las nubes: El salar de Uyuni

Un paseo por las nubes. Sin duda eso es lo que debe sentirse mientras se pasea por la superficie de este impresionante paraje natural situado en Bolivia, a 3.650 metros de altitud y en pleno corazón de los Andes. Se trata del llamado Salar de Uyuni, el mayor desierto de Sal del mundo gracias a sus mas de 12.000 km cuadrados de superficie y una de las mayores reservas de Litio conocidas.


El origen de este curioso paisaje lunar está en los lagos prehistóricos  Minchin y Tauca, hace unos 40.000 años. Por aquel entonces, el clima era mucho mas húmedo que en la actualidad, lo cual permitió la formación de estos impresionantes lagos, pero a la venida de un período mas seco y cálido estos se desecaron dejando tras de si las sales que hoy conforman la corteza de mas de 100 metros de espesor del Salar de Uyuni y de Coipasa.



Sin duda se trata de una verdadera maravilla del mundo, pero...¿Por que hablar de un desierto de sal en un blog tan acuático?

Las imágenes hablan por si solas:

Lo que acabáis de ver es lo que ocurre cuando el salar es cubierto por el agua de las llúvias. De esta manera se forma el espejo natural mas grande del mundo, cuyo índice de reflectividad es tan acentuado que es incluso utilizado para calibrar sistemas ópticos de satélites artificiales.

Parece digno de un hechizo, ¿verdad? Algo así debieron pensar los indígenas de la zona, pues no hallaron otra explicación a la formación de tal prodigio de la naturaleza que la triste leyenda de Tunupa, la diosa montaña del lugar a la que se le fue arrebatado su hijo recién nacido. Tunupa lloró, lloró y lloró, y de la leche que brotaba de sus pechos que su hijo ya no podia tomar, y las lágrimas fruto de su profundo pesar, se dió forma al gran lago de sal.

Diversas estampas del mar de sal.

Pero pese a lo inhóspito de su apariencia, el salar no se halla totalmente desprovisto de vida como pudiera parecer. Entre sus especies autóctonas se encuentran la llama, los zorros andinos, cactus gigantes de hasta 10 metros de altura y, por supuesto, los miles de turistas a los cuales casi podríamos catalogar también entre la fauna autóctona.

Aunque sin duda alguna el animal mas representativo es el flamenco. Cada Noviembre, hasta tres especies distintas de flamencos tienen Uyuni como zona de cría, pudiendo ser contados por cientos.

Estas simpáticas aves se alimentan filtrando el agua y barro con sus característicos picos en busca de algas y pequeños crustáceos. De hecho, se cree que su característico color rosado es debido a ciertas algas de pigmento rosa que forman parte de su dieta.

Por último, debo confesaros que esta entrada es algo muy personal, pues visitar este lugar es una de las aventuras que me gustarían vivir al menos una vez en la vida.

Si tu también deseas visitar alguna vez este cielo en la tierra, puedes hacer la experiencia aun mas extravagante alojándote en el hotel de sal de Uyuni, un edificio situado en una de las islas interiores del salar y edificado completamente con bloques de sal, cuyos propietarios no carentes de humor tienen como norma prohibir lamer las paredes a sus clientes.

¡Cómodo no se si será, pero desde luego vas a tener algo original que contar a tus amistades!